Claves para distinguir un buen vino
Existe una gran competitividad y una tremenda oferta de vinos diferentes en el mercado. Además, hay mucha gente a la que le gusta el vino, otros muchos que quieren saber de vinos y/o dicen que saben y otros que no saben y lo reconocen. Lo que sí somos capaces todos es de saber si un vino nos gusta o no, o si nos gusta mucho o poco. Pero, ¿sabrías definir qué debe tener un buen vino? Aquí te damos unas claves para distinguir un buen vino descubriéndote las características que debe cumplir para que un vino sea bueno.
Un vino bueno debe tener un buen color acorde a lo que es
La elaboración de un vino determinará su color. Si un vino blanco es joven tendrá tonos más verdosos o amarillos claros y cuantos más años tenga más amarillo oscuro será. En el caso de un rosado, su color irá tornando de rosado a anaranjado también. Por su parte, los vinos tintos jóvenes tendrán un color más azulado y cuantos más años tenga ese vino, más tonos anaranjados adquirirá. Tenemos que tener en cuenta que el tipo de uva y el tiempo de conservación también determinará las tonalidades del color de un vino.
Los aromas son esenciales para distinguir un buen vino
Una de las cosas que más destacan los enólogos de Masaveu Bodegas para determinar si un vino es bueno es la complejidad de aromas, desde primarios provenientes de la uva, pasando por aromas secundarios que se obtienen durante la elaboración de los mismos, hasta los terciarios que son por su crianza en barrica y/o botella. En cualquier caso, lo más importante es que exprese el terroir del que procede, es decir, la zona, la variedad de uva, el suelo y el clima, y que sea franco y limpio en nariz.
Un buen vino debe tener cuerpo o textura y equilibrio
Pero ¿qué son el cuerpo, la textura y el equilibrio de un vino? El cuerpo de un vino es la sensación de peso de ese vino en la boca. Puedes notarlo denso o ligero. Y ese peso o estructura vendrá determinado por diferentes componentes del vino como la astringencia, la tanicidad, el alcohol, la acidez, etc. Es distinto a la textura de un vino, que puede ser acuosa, suave, fluida, grasa, cremosa… Son elementos importantes a la hora de distinguir un buen vino. Pero lo que más destacan nuestros enólogos de Fillaboa, Leda, Murua y Pagos de Araiz es, sin duda, el equilibrio del vino. Un vino equilibrado es aquel en el que todas las sensaciones con son la acidez, la astringencia, el dulzor o el amargor, están balanceadas, es decir, no destaca una sobre la otra o ninguna sobre las demás. Esto es lo mismo que cuando dicen que un vino es armónico.
La Persistencia es clave para determinar si un vino es bueno
Hay vinos que al tragarlos pasan por la boca y en dos segundos nos quedamos como estábamos antes de degustarlo, es decir, no queda nada en nuestra boca que nos recuerde ese trago. Sin embargo, hay otros que no solo pasan, sino que, en cierta forma, se quedan, no solo en nuestra boca, sino también en nuestra memoria. Eso es porque son persistentes en boca y, seguramente, porque la sensación que dejan es agradable. Esto es importante también a la hora de saber si un vino es bueno, que nos deje un sabor de boca que nos invite a tomar una copita más de ese buen vino.
No nos olvidemos de la presentación del vino
Por último, y no menos importante, la presentación del vino, es decir, cómo está vestido con los diferentes elementos visuales (cápsula, etiqueta, contraetiqueta, tirilla del Consejo Regulador, collarín o malla si tuviera o pegatinas con medallas) pueden darnos una idea de cómo será la calidad de ese vino que vamos a degustar, pero nada mejor que abrir ese vino que nos ha entrado por los ojos y catarlo intentando repasar todas las características de las que hemos hablado. Y recuerda que ¡siempre sabrás determinar si un vino te gusta o no, es decir, si para ti es bueno o no!