¿Cómo se cultiva la uva y por qué es tan importante para la calidad de un vino?

Las uvas juegan un papel fundamental en la calidad de un vino

El vino, como toda elaboración, necesita de una buena materia prima (en este caso la uva) para conseguir que sea excelente y de gran calidad. Por muy bien que se elabore un vino, si las uvas de las que procede son de mala calidad será difícil conseguir un vino bueno. Otra cosa es que, habiendo uvas de gran calidad, la añada haya sido complicada debido a ligeras inclemencias climáticas adversas como heladas, granizadas o precipitaciones. En estos casos un buen trabajo en campo y bodega podrían salvar la cosecha logrando un buen vino.

Una variedad de uva adecuada

Escoger la variedad adecuada para el vino que queremos elaborar y en esa zona determinada es clave si queremos elaborar un buen vino, ya que hay variedades de uvas que se adaptan mejor a unos suelos que a otros y a unos climas que otros. La temperatura y los suelos de ese lugar para el crecimiento de una planta puede ser determinante. También, dentro de la zona es importante escoger el lugar exacto donde plantar nuestra vid, ya que la orientación y la altura del viñedo, también determinarán las características organolépticas de un vino. Es curioso cómo una misma planta de la misma variedad de uva, pero ubicada en zonas diferentes, se puede comportar de manera distinta.

La importancia del trabajo en el viñedo

Para conseguir unas buenas uvas es necesario poseer unos buenos viñedos y llevar a cabo durante todo el año un buen trabajo en viñedo. El viñedo es el lugar donde crecen las vides y, por ende, las uvas. Un buen vino se empieza a elaborar desde la viña o viñedo.

La vid es una planta trepadora que se poda cada año para obtener uvas de la mejor calidad posible y favorecer su cultivo. Esta planta se puede llegar a adaptar a condiciones extremas con mucho sol y poca agua y es en los suelos pobres donde mejor se expresa.

Según el lugar en donde crece y se desarrollan las plantas y las uvas, encontraremos aromas y sabores diferentes en los vinos. El viñedo es un trabajo de todo el año que necesita un plan de cuidados anual con labores que van desde remover la tierra y prepararla, descompactar el suelo, regarlo, vigilar las malas hierbas, observar y proteger las hojas de enfermedades, realizar tratamientos fitosanitarios o la poda hasta escoger el momento óptimo de vendimia según diferentes parámetros que hay que analizar en las uvas cada día cuando se acerca la época de cosecha (azúcar, acidez, etc.). Cada labor vendrá determinada por la etapa de la vid en la que nos encontremos, es decir, en nuestro caso por el momento del año, ya que la planta florece en primavera y alcanza la maduración a finales de verano o principios de otoño, según la zona y las temperaturas.

La preparación del terreno será distinta según la variedad de la uva, la zona donde se encuentra el viñedo y el tipo de vino que queremos elaborar.

La edad del viñedo

Cuantos más años tiene un viñedo, más nutrientes tendrán esos suelos y, por lo tanto, más minerales le llegará a la planta y a las uvas y más complejidad puede tener un vino, uno de los factores que determinará la calidad de un vino y una de las claves para distinguir un buen vino.

Hay que tener en cuenta que también cuanto más mayor sea la planta, menos racimos y más concentradas serán las uvas, lo que redundará en una mayor intensidad en los vinos con los que se elaboran.

El clima y la elaboración del vino

No todo está bajo el control de los profesionales que trabajan en la bodega. Como todos los cultivos, hay factores externos relacionados con la climatología que pueden afectar a la planta y al fruto. En este sentido, está muy en boga el tema del cambio climático, cómo afecta a los vinos y qué se puede hacer para hacerle frente en el viñedo.

Pero está claro que, con buenas uvas, un buen trabajo en el proceso de elaboración del vino determinará una buena calidad del mismo, ya sea blanco, rosado o tinto.

La calidad de las uvas es determinante para un buen vino

Podemos concluir, por tanto, que para obtener un buen vino es necesario que las uvas sean también de alta calidad, con todo lo que ello conlleva en cuanto a la variedad, la zona, el clima, el suelo, el cuidado y la edad de los viñedos.